Tras la intensa ola de calor que azotó a todo el campo, pero principalmente a la zona núcleo, los productores recibieron con alegría las lluvias. Las precipitaciones fueron un respiro para el sector que sufrió las consecuencias de las temperaturas extremas. De todas maneras, las pérdidas en la soja y el maíz son considerables.
La región pampeana es la principal beneficiada por las lluvias registradas en los últimos días, aunque alcanzó a la mayoría de las provincias productoras. Esto fue fundamental para algunas áreas que venían combatiendo la falta de humedad. Esta escasez es mucho más letal en verano por las temperaturas elevadas.
Qué sucedió con las lluvias
Trenque Lauquen es la localidad más beneficiada de la provincia de Buenos Aires, además de hallarse entre lo más alto del país, gracias a haber recibido 139 milímetros (mm). La siguió Daireaux, con 124 mm. En Córdoba, por su parte, Pozo del Molle alcanzó los 88 mm, mientras que Noetinger llegó a los 80 mm.
A su vez, otras zonas de La Pampa también registraron cifras altas. Aquí aparecen Anguil, zona en la que cayeron 86 mm y Santa Rosa (74 mm). En Santa Fe, que abarca la mayor parte de la zona núcleo, se destacaron Montes de Oca (80 mm), Godeken (70 mm) y Carlos Pellegrini (60 mm). Esta tendencia no se trasladó ni a Corrientes ni a Entre Ríos, dos de las zonas con menos lluvias.
De acuerdo a Cristian Russo, integrante de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) “el regreso de las lluvias, aunque desigual, podría marcar un punto de inflexión, pues, los pronósticos indican que la inestabilidad climática continuará, con lluvias intermitentes en el corto plazo y pronósticos de precipitaciones más generalizadas para el sábado y nuevamente el lunes”.
Acerca de lo que puede significar la vuelta de las precipitaciones luego de lo ocurrido con la ola de calor, el especialista remarcó que “este patrón de lluvias podría ser clave para la recuperación de los cultivos, especialmente si se mantienen durante la segunda semana de febrero”. Hasta el momento se desconoce qué sucederá.
Qué ocurrió con los cultivos
Pese a lo que pueda suceder con los cultivos, la BCR detalló que el panorama es negativo para la oleaginosa: “En los últimos siete días, la condición de la soja de segunda se desplomó: desaparecieron los cuadros excelentes, los cuadros regulares a malos aumentaron un 33% totalizando 500.000 hectáreas de las que se restan 100.000 hectáreas que se dan pérdidas por síntomas de estrés irreversibles”.
Sobre el porcentaje restante, estimaron que “aún permanece en estado bueno el 40% del área y otro 10% bajo condiciones muy buenas. La soja de segunda, dado el consumo de las reservas que tiene por sembrarse después del trigo, es el cultivo más vulnerable ante este estrés termo hídrico”.