Mantenimiento es, por decirlo de alguna manera, tener un control constante sobre instalaciones y componentes, tanto para prevenir paradas técnicas inncesarias y evitar la pérdida de materiales como para optimizar presupuestos y mejorar la calidad de la experiencia humana. El proceso de mantenimiento implica un conjunto de trabajos de reparación, revisión y limpieza, necesarios para garantizar el funcionamiento regular y el estado de conservación de un sistema, así como el buen estado general de las instalaciones y espacios de trabajo.
Dichas tareas se realizan tanto sobre instalaciones fijas como en equipamiento móvil y espacios físicos, y las ventajas que presentan son múltiples:
-Alcanzar o prolongar la vida útil de los bienes.
-Conservar los biene productivos en condiciones seguras de operación.
-Reducir costes.
-Disminuir la gravedad de las fallas que no lleguen a ser evitadas.
-Evitar detenciones innecesarias en los procesos productivos, disminuyendo las pérdidas económicas.
-Eludir accidentes, aumentando la seguridad de los componentes humanos, dicho en otras palabras, reducir la posibilidad de accidentes laborales.
-Evitar, reducir, o llegado el caso reparar, las fallas sobre los bienes.
Hay tres tipos de mantenimiento empresarial e industrial:
1° Mantenimiento correctivo: dirigido a corregir averías y todo tipo de defectos o fallas que se presenten en equipos, maquinarias o instalaciones.
2° Mantenimiento preventivo: enfocado a prevenir que se produzcan averías o fallas, tiene por objetivo la reducción de riesgos y se logra llevando a cabo tareas de revisión diarias y planificadas.
3° Mantenimiento predictivo: requiere de una formación técnica muy específica y un alto grado de conocimientos junto con capacidad de análisis para revisar máquinas y equipos. Se asemeja al mantenimiento preventivo pero difiere de éste en tanto que requiere de instrumentos calibrados para medir variables como temperatura, presión, velocidad y demás.
El correcto mantenimiento de equipos e instalaciones es de vital importancia para el mercado, ya que repercute de manera directa en la productividad y la rentabilidad de una organización o empresa. Si bien todavía hay algunas empresas e industrias en las que el mantenimiento se considera como un extra opcional, cada vez son más los casos en los que se lo considera como una inversión debido a las numerosas ventajas que representa.