Fundada en la Patagonia argentina, Eirú es una startup que logró el apoyó de varias entidades internacionales por ofrecer un servicio que apuesta por la sostenibilidad y que mejora la productividad de los campos. Uno de sus objetivos consiste en enfrentar la pérdida de la biodiversidad, uno de los mayores desafíos globales en la actualidad.
Eirú, que significa abeja en guaraní, fue fundada por un grupo de científicos argentinos que lograron combinar ciencia y tecnología para medir la biodiversidad a través de dos indicadores claves: la polinización y las plantas. Para su trabajo, implementan internet de las cosas (IoT), análisis de imágenes satelitales y biosensores que les permiten monitorear y restaurar ecosistemas.
Todo el trabajo de Eirú es reciente, la idea de la startup recién surgió en 2023 a partir de la creación de un sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación (MVR), que es lo que les posibilita conocer la biodiversidad de un ecosistema. Crecieron gracias a haber ganado varios programas, como el de Emprende ConCiencia de la Fundación Invap o el Converge INIA 2024.
En qué consiste el trabajo de Eirú, la startup patagónica que mejora la productividad
La elección del nombre no es casual. Las abejas son bioindicadores que los científicos utilizan, además de determinadas plantas nativas, para descifrar la salud y la diversidad biológica que tiene un territorio. Esto es importante porque es lo que les posibilita realizar un diagnóstico y un seguimiento de las acciones de restauración ambiental.
Eirú logró desarrollar el sistema MVR para evaluar la salud de la biodiversidad basado en los polinizadores y las plantas. Los primeros, además de las abejas, incluyen a las mariposas y a las polillas y permiten entender cuál es el estado actual de los ecosistemas. Además, les posibilita determinar su evolución en el tiempo.
Cómo funciona su sistema MVR
Esta herramienta, que se puede probar a través de su sitio web, está basada en tres ejes claves: tecnología de monitoreo, reporte y verificación y modelo de simulación. El primero de ellos posibilita hacer un seguimiento de la biodiversidad de los ecosistemas a partir de imágenes satelitales y dispositivos en campos con internet de las cosas.
En cuanto a reporte y verificación, esta categoría consiste en la “realización de informes y puntuaciones necesarios para un informe no financiero e informes de responsabilidad social-corporativa”, de acuerdo a lo que explicaron en su sitio web. El modelo de simulación, por su parte, es la aplicación de su sistema para la predicción de escenarios futuros a partir del impacto potencial de una serie de prácticas sostenibles.
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Las abejas, en este sentido, ayudan porque su sonido es recolectado por unos sensores acústicos desarrollados por Eirú. Con el apoyo de las imágenes satelitales, el modelo de simulación y el procesamiento de la información, es posible medir el impacto de las medidas de restauración en la biodiversidad.
De esta manera, quienes implementen estas estrategias sabrán qué prácticas tendrán un impacto positivo y cuáles uno negativo, reduciendo el tiempo de la toma de decisiones y también su costo. El objetivo es la regeneración de los ecosistemas. El enfoque de Eirú es trabajar con campos productivos.
La influencia del trabajo de Eirú en el agro
La startup logró adquirir relevancia a partir de su trabajo con empresas, gobiernos y organizaciones que tengan como objetivo monitorear y evaluar distintos sitios. En este sentido, los agricultores pueden acceder a la información que brinda su servicio para conocer el estado de la biodiversidad del terreno.
De acuerdo a estudios compartidos dentro de su página web, los polinizadores silvestres contribuyen a la mejora de la producción de frutos de los cultivos, además de que contar con una diversidad de polinizadores es beneficioso para los agricultores pero también para el ecosistema.
Además, tiene otro beneficio que está relacionado con una demanda de los mercados internacionales en la actualidad. El sistema que ofrecen genera reportes de información sobre la diversidad biológica de un territorio. Esto es vital para conseguir Bonos de Diversidad, una distinción que es valorada por varios compradores en el extranjero. Los sellos ambientales serán cada vez más requeridos.
Una prueba agrícola sobre el servicio de Eirú
En la actualidad, el sistema de la compañía está siendo probado en un campo productivo ubicado en la provincia de Córdoba. El objetivo es medir la eficacia de sus corredores biológicos. Estos son, de acuerdo a lo que explicó Lucas Garibaldi, investigador del CONICET y cofundador de Eirú, una clase de parches que están conectados con porciones del terreno de entre 20 y 50 metros de longitud.
En este terreno comprendido por los parches, crecen una serie de plantas y vegetación nativa en la que se busca implementar una estrategia de restauración ambiental. El monitoreo que ofrece Eirú permite seguir en tiempo real cuál es el impacto de su técnica. Se trata de un método que busca compensar la pérdida de la biodiversidad que generan los cultivos extensivos.
El sistema de Eirú, que fue diseñado para ser aplicado en campos productivos que busquen incrementar la productividad y la sostenibilidad detrás de sus actividades, planea ser extendido también a proyectos de regeneración.
En una reflexión realizada frente a estudiantes de la Universidad de Río Negro, los impulsores de Eirú compartieron la necesidad de que exista una mayor diversidad en los campos agropecuarios. Esto se puede lograr a través de la siembra de distintos cultivos en la misma tierra, ya sea de manera simultánea o alternada.
De esta manera, el trabajo de Eirú, que reúne ciencia y tecnología, es combatir la pérdida de la biodiversidad en los campos productivos, restaurando los ecosistemas y apostando por un futuro en el que las prácticas contaminantes tengan cada vez menos lugar en el agro. El objetivo es la conservación ecológica de las tierras sin renunciar a la productividad.