En los últimos años, los productores ganadores comenzaron a sufrir las consecuencias de la Diarrea Viral Bovina, una enfermedad que ataca a su ganado y pasa desapercibida. Se extiende en el campo de la carne y de la leche, generando pérdidas millonarias
Los problemas derivados de la Diarrea Viral Bovina (DVB) están siendo estudiados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). La entidad realizó una investigación que reveló que se halla presente en el 86% de los establecimientos ganaderos. Este número es demasiado alto teniendo en cuenta que afecta considerablemente la producción de alimentos.
Dentro de ese porcentaje, la DVB alcanza entre el 30 y el 100% de los animales que habitan en ese lugar. La enfermedad se manifiesta de distintas maneras, pero hay rasgos comunes entre los afectados: problemas reproductivos, respiratorios o gastrointestinales. La gravedad suele ser distinta, pasando hasta imperceptible para el ojo humano.
La gran consecuencia que deviene de estar infectados por este virus es que los animales quedan inmunosuprimidos. Esto los vuelve mucho más susceptibles a contraer otras enfermedades secundarias, que en muchos casos pueden ser mortales. Rotavirus, Salmonella, Pasteurella, Herpesvirus Bovino y Coronavirus son las más frecuentes.
Métodos para reconocer y prevenir la Diarrea Viral Bovina
Si bien no existe un modo de asegurar que ningún animal sea infectado, hay indicios que permiten pensar que la enfermedad está presente. Por ejemplo, al verse abortos, problemas respiratorios, muertes embrionarias o cuadros gastrointestinales, es posible que el virus esté recorriendo el establecimiento.
En este sentido, la coordinadora de Asistencia Técnica de Tecnovax, Melina Briosso, recomienda “realizar un chequeo en todo el rodeo para eliminar a los animales persistentemente infectados”. Además, acerca de la posibilidad de inmunizarlos asegura que se debe utilizar la “vacuna específica para esta enfermedad fundamentalmente, en la etapa de pre-servicio, en las hembras que van a ser futuras madres”.
Estas son las dos principales estrategias que se deben realizar: un estricto control en el establecimiento y la vacunación. Sobre este último proceso, es recomendable hacerlo en la época mencionada como medida de prevención sobre el período de gestación (entre los dos y cuatro meses).
Dentro del chequeo es indispensable vigilar el contacto que mantienen los animales con otras especies. Los bovinos suelen estar cerca de cabras, ciervos, ovejas, cerdos o búfalos que pueden ser portadores del virus y contagiarlos.
Ante cada nuevo integrante del lugar, es indispensable realizarle un control biomédico que asegure que esté sano. “En el caso de no detectarse la enfermedad, los animales deben vacunarse 30 y 15 días antes de entrar. Y en todos los casos, la vacunación se repetirá anualmente”, concluyó la especialista del organismo.