Si bien Argentina ya superó la sequía que afectó a la producción agrícola y ganadera durante el año pasado, algunas regiones sufren de la escasez de humedad. Es por eso que aquí presentamos Agua de Vaca, una técnica que está ganando cada vez más adeptos en España. Varias ciudades del país europeo están siendo afectadas por este problema.
Ante la reducción de los recursos hídricos, los climas calurosos y la escasez de humedad en la temperatura, el Agua de vaca se presenta como una estrategia que ayuda a combatir la sequía. Lo más importante es que es una alternativa a la escasez del líquido potable, un bien absolutamente necesario pero que puede reemplazarse con esta técnica.
En qué consiste Agua de Vaca
Inventada como un método para disminuir la dependencia del agua potable mientras se mantiene la producción agrícola, esta estrategia se genera durante la producción de leche en polvo. Esto se debe a que este compuesto se conforma por un 90% de líquido.
Según detallaron desde el medio especializado francés GEO, para la generación de la leche en polvo se inyecta el agua en un concentrador vertical de aproximadamente 20 metros de altura. De este modo se realiza una separación de todos sus componentes sólidos dentro de un concentrador. Entre ellos se encuentran la grasa, los minerales, la lactosa y las proteínas.
Luego de que se realiza este proceso, cada cuatro litros de leche se concluye con tres litros de condensado (este producto final es conocido como agua de vaca) y un kilo de polvo, que se seca y se puede comercializar.
La experiencia francesa con el agua de vaca
Desde GEO, en un artículo en el que destacaron esta práctica, citaron el ejemplo de las fábricas de productos lácteos en Saint-Malo, Francia. Aquí se utiliza el agua de vaca para combatir la sequía. Esto se debe a que se puede reutilizar hasta 20 mil metros cúbicos de este producto para distintas actividades, como es el caso de la limpieza de los camiones cisterna o la alimentación de sistemas de calefacción.
Esto es importante, porque los productores podrían utilizar el agua de vaca para apartados que son fundamentales en la práctica agrícola, que demandan varios litros del líquido y que pueden ser sustituidos a través de esta técnica. De hecho, la aplicación en la alimentación de los sistemas de calefacción les permite ahorrar el 10% de su consumo total.
Lo positivo del agua de vaca es que posibilita ahorrar miles de euros, en el caso francés, durante todo un año. Este ejemplo puede trasladarse a otras regiones productivas del mundo, ya que es una alternativa para mejorar la eficiencia de este líquido, utilizándolo sólo para las actividades en las que su aplicación es imprescindible.
De esta manera, esta técnica permite utilizar el agua potable con otros fines, mientras que también se contribuye a una producción circular en la que las actividades reducen el impacto ambiental.