La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó una producción total de 23 millones de toneladas para la campaña 2023/2024, con impacto positivo en las exportaciones a nivel del comercio exterior. Esta estimación representa perspectivas alentadoras después de la peor sequía en la historia del país.
Cecilia Conde, Jefa de Estimaciones de la Bolsa de Cereales fue la encargada de dar a conocer los números del trigo, en el marco del seminario AgroTendencias, organizado por la Federación Acopiadora de Granos. El informe presentado indica que la superficie estimada de hectáreas productivas es de 6.3 millones, un 3% más que en el ciclo previo, mientras que la cosecha estaría arrojando unas 18 millones de toneladas, aproximadamente un 45% más en relación a la campaña afectada por la falta de lluvias. Por otro lado, se advirtió que aún hay incertidumbres que afectan la estimación de producción y siembra: la heterogeneidad de agua en el suelo, pronósticos de primavera, situación financiera y la relación insumo-producto, son algunos de los factores que pueden tener un impacto en las proyecciones.
Con respecto a la cebada, Cecilia Conde proyectó que la superficie se mantendrá en 1.3 millones de hectáreas, mientras que la producción aumentará en un 32%, aproximadamente 5 millones de toneladas. De esta forma, la producción de ambos cereales sería de unas 23 millones de toneladas.
Por su parte, Ramiro Costa, economista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, añadió que este incremento en la producción de trigo y cebada tendrá un impacto positivo en el comercio exterior: se prevé que las exportaciones lleguen a los USD $4.500 millones, un 49% más que en el ciclo anterior. Esto supondría un crecimiento en la recaudación fiscal del Estado en un 27%, aproximadamente USD $1.593 millones.
Para cerrar la presentación, el especialista en agroclimatología, Eduardo Sierra, destacó que las precipitaciones esperadas para el mes de junio podrían mejorar las condiciones de humedad para la siembra fina en el centro-oeste del área agrícola nacional. También señaló que las heladas tardías podrían no extenderse más allá de mediados de agosto, marcando así un escenario más próspero en comparación al ciclo anterior.