El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), está trabajando en el desarrollo de una edición genética vegetal del trigo, que es uno de los cultivos más importantes para el campo de Argentina. Su objetivo es aumentar su tamaño, algo que se cree que aumentará su eficacia y su rendimiento.
La finalidad de los especialistas del INTA es trabajar en el desarrollo de nuevas variedades de trigo que tengan granos más grandes, al menos en comparación con las plantas tradicionales. Lo positivo es que ya se realizaron pruebas cuyos resultados preliminares fueron exitosos. En los próximos años podría ser sembrado en los campos nacionales.
Cómo es el proyecto del INTA con el trigo
Un equipo de Investigación del que forman parte el Instituto de Genética y la Estación Experimental Agropecuaria Marcos Juárez del INTA, realizaron una edición con tijeras moleculares que se denominan CRISPR/Cas9 para trabajar sobre la secuencia del gen GW2, que es el que determina el tamaño de los granos.
Además, cabe destacar que los resultados de esta modificación no son considerados dentro de la categoría Organismos Genéticamente Modificados (OGM). Y el otro apartado a remarcar es que una vez realizada esta edición, la mejora se transmitirá de generación en generación, por lo que no habrá que hacerlo otra vez.
La explicación científica de la experiencia con el trigo
Realizado en los laboratorios del INTA durante todo el 2023, es posible que los granos ya puedan utilizarse en la próxima temporada. Ezequiel Bossio, quien trabajó en el proceso, explicó su objetivo: “Con este nuevo enfoque se buscan mejoras agronómicas demandadas por los productores”.
Por otra parte, detalló que todo esto es factible “de lograr mediante biotecnología moderna, utilizando para ello los materiales más novedosos disponibles en el Programa de Mejoramiento de INTA”. Cabe destacar que esto forma parte de una estrategia para satisfacer la necesidad de los agricultores.
Sobre este último punto, remarcó: “En la actualidad, los productores demandan características relacionadas con el ciclo, la calidad, la sanidad y principalmente mejoras en el rendimiento”. “También se busca establecer un nuevo tipo de relación entre el laboratorio que aplica Biotecnología moderna para el mejoramiento de cereales y el programa de mejoramiento genético convencional”, añadió.
La metodología de la edición genética del trigo
Para poder realizar el proceso se utilizó CRISPR/Cas9. “Estos vectores se introdujeron en el genoma de las células de trigo mediante bombardeo de micropartículas. Posteriormente, a través del cultivo in vitro de estas células, se logró regenerar plantas viables que fueron cultivadas en cámaras de cría”, revelaron sobre cómo hicieron para lograr su cometido.
Por último, los investigadores del INTA también explicaron lo que sucederá en el corto y mediano plazo tras haber logrado resultados exitosos. Lo siguiente será realizar los ensayos agronómicos comparativos, una etapa que permite cuantificar cuál es el impacto que tiene la edición sobre el rendimiento. Eso se hará con la campaña entrante de trigo, la 2024/2025.