La falta de lluvias tiene sus consecuencias tanto en el agro como en la ganadería: el “Astylus atromaculatus”, conocido por los académicos como “7 de oro” es un insecto que suele polinizar entre maíces y soja, pero, al no sembrarse los mismos debido a la sequía, el insecto se trasladó hacia la alfalfa. ¿El resultado? Los productores padecen por la intoxicación y muerte de algunos animales.
Hace ya varios días, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) emitió una alerta ante la expansión de la plaga en la zona de General Villegas, donde se produjo la muerte de un rodeo. También se reportaron muertes de ganado bovino en zonas del sur de Santa Fe, sur de Córdoba y noroeste de La Pampa. Si bien el INTA señala la afectación en bovinos, también sostienen que puede hacer daño a ovinos y equinos: “Por efectos de la sequía se dieron bastantes casos en el norte de Buenos Aires. No existe tratamiento para este problema porque en realidad el 7 de Oro siempre estuvo, pero en niveles equilibrados y siempre dentro de lo agrícola, no representaba una amenaza para los productores”, fue la declaración de Juan Agustin García, profesional del INTA Balcarce.
Para García, la solución momentánea de parte de los productores está ligada a la terapia de manejo: “y si llega a pasar algo con los animales, eso será terapia de sostén. No hay ningún antídoto que se conozca”. A lo que después sumó: “Se lo reportó como tóxico en bovinos hace 50 años en Sudáfrica, y acá crecieron los casos por el atraso en la siembra, porque solo recientemente estamos viendo casos”.
Es importante resaltar que la investigación del INTA todavía está en curso, si bien es fuerte la presunción, aún faltan pasos científicos que validen sin lugar a duda que el 7 de Oro es el responsable. “Se llama ‘asociación causal fuerte’, lo cual quiere decir que hay una asociación tal entre el animal que entra a comer alfalfa con insectos en un sector geográfico y los síntomas que presenta luego. Lo que pasa es que científicamente para que sea algo novedoso hay que probarlo”, sostuvo García.
Actualmente el INTA avanza en las tareas de recolección de pruebas para descartar otras hipótesis y terminar de validar si se trata efectivamente del 7 de Oro.