En el marco de una nueva campaña agrícola, desde FMC presentaron Onsuva, su nueva combinación de activos para controlar las enfermedades en varios cultivos del campo, especialmente la soja y el maní. En este caso, se encuentra dentro del lanzamiento de la nueva generación de carboxamidas que se basan en Fluindapyr, un activo desarrollado por la compañía.
Con la finalidad de aumentar los rendimientos de los cultivos, de maximizar su potencial y de protegerlos de las enfermedades, FMC presentó la nueva generación de Onsuva, que es un fungicida que ya se venía utilizando en los campos para controlar los principales patógenos de la soja y el maní durante las últimas tres temporadas, aunque ahora su activo es de última generación.
En qué consiste el trabajo de FMC
Se trata de una compañía que tiene una presencia global y que fue fundada en el 1883 a partir del desarrollo de una máquina que aplicaba insecticidas en escala. Tiene alcance en todo el planeta y en varios países de América Latina, como Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay y Brasil, donde se encuentra dentro de las 10 compañías agrícolas más destacadas por sus soluciones. También es una de las 10 más importantes de Estados Unidos.
Uno de sus trabajos más importantes está relacionado al desarrollo de fungicidas, como es el caso de Onsuva, mediante el cual buscan utilizar la nueva generación de carboxamidas para consolidarlo como una de las principales soluciones contra las enfermedades que tanto preocupan a los agricultores durante la campaña.
Onsuva, un fungicida para la soja y el maní
Con la finalidad de evitar que aparezcan nuevas resistencias, desde FMC lanzaron una variante con un triazol, el difenoconazol, que contribuye a prevenir, curar y erradicar la presencia de las plagas. Está considerada como una de las combinaciones de activos más eficaces del mercado.
El Fluindapyr constituye un fungicida moderno que se ubica dentro del grupo de los carboxamidas. Su función se realiza en la cadena de transporte de los electrones, a través de la inhibición de la enzima Succinato Deshidrogenasa en la vía respiratoria mitocondrial. Según explicaron en su blog, el difenoconazole se encuentra en el grupo químico de los triazoles y actúa para provocar la disrupción de la biosíntesis de esterol.
Este último es un componente vital para que crezca la pared celular fúngica. Los tres principales beneficios que tiene su aplicación son que aumenta la potencia de su actividad, le otorga una mayor protección a los cultivos y permite alcanzar una mayor producción en la campaña agrícola. Además, se puede utilizar para distintas enfermedades.
Cómo aplicar la Onsuva para la soja
De acuerdo a lo que explicaron desde la compañía con respecto a la oleaginosa, siempre se debe utilizar de manera preventiva, ya que es más efectiva aquí que para curar la presencia de una enfermedad. Es por eso que, en una situación ideal, hay que aplicarlo cuando se detectan los primeros síntomas de una plaga.
También recomiendan hacerlo cuando aparecen condiciones que predisponen su proliferación, ya que es un consejo que se ancla en conceptos técnicos para el uso específico de esta clase de productos, que se destacan por tener mejores rendimientos de control cuando la aplicación es previa a las enfermedades.
En cuanto a las dosis, siempre que se trate de la soja la aplicación de Onsuva debe ser de 250 cc/ha, que se puede aplicar para tres plagas distintas que atacan el rendimiento de la oleaginosa. Estas son la mancha ojo de rana (Cercospora sojina), la mancha marrón (Septoria glycines) y el tizón de la hoja (mancha púrpura de la semilla, Cercospora kikuchii).
Para la mancha ojo de rana recomiendan aplicar con la aparición de los primeros síntomas, desde V5 hasta R5, mientras que en las otras dos aconsejan aplicar en forma preventiva a partir de R3 (época que coincide con el inicio de la fructificación) hasta R5.4 (que es el estadío en el que hay un 50% llenado de granos).
Bruno Rollandeli, coordinador de los proyectos de R&D para Fungicidas en FMC explicó la importancia que está adquiriendo esta actividad: “Sabemos que el mercado de carboxamidas en Argentina está en constante crecimiento, representando cerca del 30% de las aplicaciones totales de fungicidas en las últimas campañas”.
Cómo es la aplicación de Onsuva para el maní
En cuanto al otro cultivo en el que este fungicida es muy efectivo, la dosis que se debe aplicar es un poco mayor, ya que es de 330 ml/Ha. Además se aplica para otras enfermedades: la Viruela temprana del Maní (Cercospora arachidicola) y la Viruela tardía del Maní (Cercospora personatum). Esto le otorga una protección foliar.
En este caso también recomiendan que las aplicaciones se realicen de forma preventiva pero no solo por la detección de los primeros síntomas sino también ante situaciones ambientales predisponentes. Incluso, con el maní se puede llegar a necesitar que se repita el tratamiento mediante un intervalo de tres a cuatro semanas entre cada una de las aplicaciones.
Desde FMC aconsejan que se realice dentro de un programa de “manejo de enfermedades, alternando aplicaciones de productos con diferente modo de acción”. De todas maneras, destacan que no se debe realizar más de dos veces por el ciclo de cultivo. Si el contexto predispone la presencia de plagas y una alta presencia de enfermedades, es mejor usar el menor intervalo entre dosis (21 días).
Finalmente, en el marco de más precipitaciones (esto dependerá de la provincia en la que trabaje el agricultor) o en el caso de que la situación sea severa, desde FMC aconsejan aplicar Onsuva en combinación con otro fungicida: el multisitio Talone. Esto sirve tanto para el control de la viruela temprana, de la mancha angular o de la roya del maní. De esta manera, se protegerá el cultivo durante la campaña agrícola.