Algunas zonas del país se vieron muy beneficiadas por las lluvias registradas durante Navidad. Si bien esto no fue igual para todos los trabajadores del agro, el fenómeno climático permitió darle un respiro a los productores que sufrieron las consecuencias del temporal que afectó principalmente a algunas localidades de la provincia de Buenos Aires.
A su vez, la rotación de los vientos al sector sur favorecieron la llegada de aire más frío, aumentando la humedad en los terrenos. A pesar de que las precipitaciones esperadas para esta época del año se demoraron, ya inició la temporada de lluvias necesarias para contrarrestar las altas temperaturas del verano.
Qué zonas se vieron beneficiadas por las lluvias
De acuerdo a las palabras de Rosana Franco, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) en Junín, para el diario Democracia, las precipitaciones impactaron positivamente en la región y calificó lo sucedido como “una bendición”. En varios lugares se registraron entre 15 y 34 milímetros, lo que posibilitó una buena absorción del agua.
Con respecto a los cultivos, la productora estimó que se espera una campaña agrícola muy buena. Esto se debe a que el maíz recibió tres precipitaciones en poco tiempo que mejoraron su situación. Lo mismo aplica a los granos que se sembraron en diciembre y que todavía no están en etapa de floración.
De cara a lo que puede suceder y ante un eventual enero en el que las temperaturas sean más elevadas que en diciembre, los productores necesitarán que vuelva a llover en el primer mes del 2024.
La zona pampeana y algunas partes de Santa Fe recibieron la ayuda del viento para el oreado de los suelos de los terrenos. Las condiciones del tiempo permitieron avanzar con las tareas del campo durante toda la semana entre Navidad y Año nuevo.
Las lluvias afectaron algunas zonas
Pese a la situación positiva en varias regiones, algunas localidades sufrieron las consecuencias del clima. De acuerdo a Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), un total de 50 mil hectáreas se vieron afectadas por el exceso de agua y el granizo.
Entre los principales lugares que reportaron estragos se hallan el noroeste argentino y el centro este de la provincia de Buenos Aires. Cabe destacar que estas lluvias no estaban previstas, al menos no en esa cantidad, por lo que los productores no pudieron tomar los recaudos necesarios para proteger a sus cultivos, especialmente por los granizos.
Finalmente, la entidad explicó las razones por las que se produjeron lluvias fuertes: “La violencia de las mismas no se debe únicamente a El Niño, sino a otras variables que afectan el atmosférico, como las corrientes de aire frío y húmedo desde el sur y suroeste, así como la interacción con frentes fríos intensos”.