Por primera vez en 25 años, las exportaciones nacionales de soja podrían caer más del 30% en la campaña 2022/2023, generando así que el país pierda su posición como primer exportador mundial de harina de soja.
En esta campaña se espera una producción de 25 millones de toneladas, lo cual en sí implica dos cosas: una caída del 40% en relación a la campaña anterior y la mitad de lo que se produjo en promedio en los últimos diez años. De esta forma, Argentina cerrará su peor campaña productiva en más de 20 años.
La harina de soja es el principal producto exportado por el complejo sojero y el de mayor relevancia en materia de exportación de bienes en el país, ya que, su aporte solo es superior a todos los otros complejos exportadores individualmente. Solo de harina de soja se exportaron US$12.041 millones de dólares en 2022, un 14% del total nacional en bienes. Ahora bien, las proyecciones para el 2023 no son las ideales: se espera que la caída en la producción genere una baja en los volúmenes de molienda y en el saldo final exportable de la campaña. Desde la BCR (Bolsa de Comercio de Rosario) indicaron: “según nuestras estimaciones, las exportaciones del complejo soja podrían ubicarse en torno a los US$17.568 millones, lo que significaría una caída del 30% en relación con 2022, rondando los US$7.300 millones de dólares”.
Según la Bolsa, las exportaciones de poroto de soja concentrarían la mayor caída en términos porcentuales, principalmente debido a dos factores: el bajo volúmen de producción y los márgenes actuales que favorecen la exportación de productos industrializados más que los despachos al exterior de porotos sin procesar. Las exportaciones de aceite podrían caer hasta un 40% debido también a la caída en volúmen de producción y a los bajos precios de exportación actuales. Por su parte, la harina de soja y demás subproductos experimentarían una caída en exportaciones del 18%. Sobre esto la BCR expresó: “Argentina estaría exportando cerca de 20 millones de toneladas en la campaña 2022/2023, un 29% del comercio global, quedando por debajo de Brasil por primera vez desde la campaña 1997/98”.