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Chicharrita, la estrategia argentina para salvar al maíz

Un grupo de científicos del CONICET está desarrollando métodos para disminuir el impacto que la chicharrita provoca en el cultivo.

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chicharrita
El dalbulus maidis transmite enfermedades al cultivo.

La chicharrita fue uno de los principales enemigos del campo argentino, ya que el insecto perjudicó una campaña de maíz que se esperaba que fuese mucho mayor. De todas formas, un grupo de científicos está desarrollando una estrategia que tiene el fin de minimizar los daños que la actividad del dalbulus maidis provoca en uno de los cultivos más relevantes para el agro nacional.

De hecho, Inés Catalano, que es experta en el manejo de plagas en cultivos extensivos y trabaja en el CONICET en el Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, formó un grupo de científicos del Centro de Bioinvestigaciones de la UNNOBA para desarrollar un programa que permita disminuir el daño que la chicharrita genera en el maíz.

En qué consiste la estrategia para detener a la chicharrita

El grupo de científicos está abarcando varios planes distintos, pero el más avanzado se relaciona con el desarrollo de una tecnología ARN Interferentes (ARNi). Lo que diferencia a este insecticida de los demás es que su objetivo no es evitar la actividad de ellos de forma indiscriminada, sin tener en cuenta de qué especie se trata, sino que es mucho más específico.

En este sentido, este ARNi tiene la capacidad de saber cuál es la plaga a la que se dirige y busca controlar. De este modo, su impacto ambiental es mucho menor. Desde el CONICET revelaron que su desarrollo posee un mecanismo natural que logra silenciar genes de la chicharrita o impedir la síntesis de ciertas proteínas, de modo que las funciones del insecto están limitadas.

La chicharrita perjudicó de manera considerable la campaña del maíz.

En una entrevista, Catalano reveló que fueron capaces de identificar genes que forman parte de la ovogénesis de la chicharrita. De esta manera, pudieron comprobar que su ARNI “tiene el potencial de usarse como base de tecnologías aplicadas para controlar poblacionalmente al insecto”. Para eso tuvieron que secuenciar el transcriptoma de la chicharrita en todos sus estadíos de vida.

Tras haber realizado esto y haber encontrado una molécula en el sistema digestivo de la chicharrita, el equipo del noroeste de Buenos Aires está diseñando estrategias para que puedan ser aplicadas al campo, de modo que el impacto del insecto en la campaña del maíz sea mucho menor y que los cultivos puedan resistir a la enfermedad que transmite el bicho.

El conicet reveló su estrategia para disminuir el impacto del insecto.

Otro plan para combatir a la chicharrita

Más allá de la primera técnica, Catalano también reveló que planean aplicar genotipos de maíz resistentes a la chicharrita o a los patógenos que son transmitidos cuando el insecto ataca el cultivo. Para poder realizar esto, los científicos están realizando dos tareas distintas.

En primer lugar, están buscando genotipos más resistentes; en segundo, trabajan en la identificación de los mecanismos de acción que se involucran para generar esta resistencia. De este modo, se podrían crear programas orientados a disminuir el impacto que la enfermedad transmitida por el insecto provoca en el maíz. Además, le posibilitaría a los productores realizar sus actividades con mayor tranquilidad.