La sequía es un fenómeno climático que está afectando a varios países latinoamericanos. El problema en Amazonas está perjudicando directamente a todo el transporte en la región que atraviesa el río más grande del continente y el mayor bosque tropical en el mundo.
La Agencia Nacional de Aguas de Brasil (ANA) declaró que el río Madeira, principal afluente del Amazonas, se encuentra en una situación crítica. Por este motivo se comenzaron a realizar actividades de prevención y mitigación para evitar que el problema siga escalando. En este sentido, se trata del menor registro de agua en los últimos cincuenta años. La sequía, el cambio climático y el fenómeno “El Niño” contribuyeron a este panorama.
El Amazonas y el río Madeira
El Madeira atraviesa Brasil, Bolivia y Perú, tiene una extensión de 3.240 kilómetros y una cuenca hidrográfica de 125 millones de hectáreas. Si bien tiene nombres distintos en los tres países, se lo considera como uno solo y de los más importantes de todo Sudamérica.
Su gran relevancia radica en que por su profundidad y extensión permite el transporte de millones de productos, entre ellos los alimentos que utilizan las comunidades amazónicas. Muchas de ellas, de carácter rural, como consecuencia de la sequía, se vieron aisladas ya que solo se puede acceder de manera fluvial.
Cómo afectó la sequía en el Amazonas
Uno de los principales efectos del fenómeno es la reducción del caudal de los ríos, volviéndolos menos profundos, generando que sea más dificultoso o impidiendo el transporte de las grandes embarcaciones. De esta manera, el transporte de mercancías y pasajeros se vio afectado, al igual que las actividades económicas de la región que están vinculadas a esta actividad.
De manera similar al problema anterior, la sequía aumentó la sedimentación de los ríos del Amazonas, contribuyendo a dificultar la navegación y aumentando las probabilidades de un accidente. Por este motivo, disminuyó la cantidad de embarcaciones.
A su vez, derivado de estos dos puntos, se suspendieron varios transportes fluviales, lo que conlleva retrasos en las entregas de mercancías, pérdidas de dinero y de oportunidades de negocios. Ligado a esto, se encuentra el aumento del costo de los servicios porque los operadores deben o cargar con menos peso o utilizar embarcaciones más chicas.
Por otro lado, con la pérdida del acceso a las comunidades ribereñas, se volvió aún más complicado el transporte de alimentos, accesorios, mercancías, medicinas y otros suministros de carácter esencial.
Por último, provocó la muerte de una parte de la flora y de la fauna autóctona del lugar, como es el caso de peces y de delfines rosados. También hubo incendios en el bioma, que suele registrar en estos meses su menor número de precipitaciones.