El Alto Valle, una región productiva que se ubica en Río Negro y Neuquén y que se destaca por su producción de manzanas y peras, perdió 12 mil hectáreas durante la útima década. Los productores medianos y pequeños no pueden trabajar en tierras que anteriormente eran muy fértiles y permitían obtener frutas de primer nivel.
De acuerdo a estadísticas oficiales, la superficie del Alto Valle que se cultivaba con peras y manzanas, disminuyó en un 23% en los últimos diez años. La cifra es preocupante porque el terreno utilizado para la siembra y la cosecha superaba las 49 mil hectáreas en 2013 y hoy es menor a 38 mil.
Qué pasó con la producción en el Alto Valle
Desde 2013 a 2023, en promedio, se perdieron 1.170 hectáreas por año. Existen muchos factores que llevaron a esta disminución del terreno. Los problemas climáticos fueron una de las causas principales, así como también las crecidas de los ríos (principalmente el Río Negro que atraviesa General Roca, capital nacional de la manzana; y Allen, capital de la pera).
Por otro lado, las enfermedades contraídas por las plantas no ayudaron a incrementar la producción. Otro problema importante consistió en la falta de rentabilidad de la actividad. Los precios internacionales, ya que las dos frutas de la región se venden al extranjero, y los costos de producción impidieron que los trabajadores continúen con esta práctica.
A pesar de las adversidades que enfrentan, todavía existen varias hectáreas de pepita y carozo, que constituyen la principal actividad agrícola de toda la región. Hoy en día, quienes todavía integran el circuito frutícola, deben competir contra la producción internacional que incrementó significativamente en los últimos años.
De acuerdo a datos de SENASA, Chile, que tiene condiciones geográficas y climáticas que también le permiten trabajar las mismas frutas, exportó 550 mil toneladas de manzana, mientras que Argentina vendió 60 mil. Esta diferencia no existía tiempo atrás.
Incluso, no hay datos certeros sobre qué ocurrió con los terrenos que se perdieron. Aunque se conoce que algunos forman parte de lo que se denomina “Vaca Muerta”, principalmente en Neuquén, y se utilizan para el petróleo, no hay precisiones sobre lo que sucede.
La palabra de los productores del Alto Valle
En diálogo con el Diario Río Negro,José Alberto García, presidente del Consorcio de Riego de General Roca, explicó cómo está el panorama en la región: “En 2005, había entre 6000 y 7000 productores primarios. Hoy no quedamos 1000 en todo el Alto Valle de Río Negro y Neuquén”.
“Y de los 1000 que quedamos, un 70% tienen más de 65 años y no tienen relevo. Es un problema que se está agudizando mucho”, añadió el también productor frutícola que forma parte de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio de General Roca (CAIC).