Por las posibilidades que le ofrecen a los productores y gracias a su capacidad de llegar a zonas de difícil acceso, los drones se convirtieron en aliados fundamentales de los agricultores y los ganaderos. Esta tecnología es cada vez más popular y por eso se creó una red de dispositivos que abarca a toda América Latina.
En este sentido, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con la finalidad de fortalecer la investigación acerca de estas herramientas, desarrolló la primera red de drones en toda la región. Para eso un grupo de especialistas del organismo argentino mapeó y organizó toda la información disponible sobre estos dispositivos.
Por qué es importante contar con una red de drones
En la actualidad hay pocas tecnologías más relevantes en los campos. Sus funciones permiten realizar un monitoreo de los cultivos, un conteo de las plantas y del ganado, incluso realizando relevamientos topográficos de todo el terreno que conforma el campo. Además posibilitan acercarse a zonas altas, perjudicadas por el clima o peligrosas.
De todas formas, se necesitan de permisos específicos para volar a los drones, en especial porque existen áreas en las que su utilización está prohibida, especialmente aquellas que se encuentran cercanas a los aeropuertos o a bases militares. Es por esta razón que desde el INTA realizaron líneas de investigación que incluyen a todos los pilotos habilitados.
La necesidad de un amplio rango de prestaciones para poder implementar a los drones detalla la relevancia que tiene contar con una red que brinde toda la información disponible en América Latina al respecto. Este es el motivo por el que el INTA realizó un mapeo que requirió de una investigación detallada.
De esta manera, desde el organismo detallaron algunas posibilidades que esta red brindará, como que se podrán generar nuevos ejes de ensayo, llevar a cabo intercambios de conocimientos con otros productores (incluso de otros países de la región), consolidar una red que garantice la investigación y hasta sistematizar procedimientos.
La explicación de los especialistas del INTA sobre su red de drones
Gabriella Tallarico, que es referente en tecnología agrícola en el instituto, determinó que estos dispositivos lograron consolidarse rápidamente “en las prestaciones que pueden ofrecer al sector agropecuario”. Esta velocidad con la que se afianzaron se justifica en que pasaron de ser utilizados de manera complementaria a convertirse en una herramienta efectiva y precisa.
Por su parte, la especialista en Teledetección del INTA Alejandra Casella, sintetizó la relevancia detrás de esta medida: “Contar con un marco de red dotará de planificación, gestión y actuación ante las exigencias normativas de la autoridad aeronáutica (ANAC) para el uso correcto de estos instrumentos, poniendo en común las normativas, sistema de gestión del riesgo, y todo aquello inherente al empleo de drones de manera segura”.
Otra de las finalidades esenciales de esta iniciativa es potenciar el conocimiento adquirido, ya que es una estrategia en la que las experiencias de los productores locales se podrá organizar en tareas de datos que luego podrán ser utilizados para la elaboración de protocolos institucionales. De esta manera, los drones serán aplicados con mayor eficacia y seguridad.
Según reveló el investigador del INTA Salta y coordinador de la red de drones Emanuel Visentini, la iniciativa de la entidad “brindará la posibilidad de generar intercambios sobre modelos comunes para el pre-procesamiento y calibración de la información primaria”.
Por qué los drones son importantes para los campos en la actualidad
En los últimos meses, una de las utilidades que más popularidad adquirió en el mundo está vinculada a los fitosanitarios. Esto se debe a que los dispositivos tienen la capacidad de ser más precisos y eficientes en las aplicaciones, de modo que vuelven mucho más certero los trabajos en aquellas áreas en las que los cultivos se encuentran altos o en zonas de difícil acceso.
Acerca de esta cuestión, la entidad reveló que la aplicación de los fitosanitarios y los drones es de interés para el proyecto, ya que una de las líneas de investigación en la que se está trabajando es la del acompañamiento de los productores a partir de ensayos a campo en los que se puedan determinar cuáles son las mejores condiciones para cada contexto y ambiente específico.
Marcos Montoya, que es investigador del INTA Mendoza y que será piloto de la Red consideró que los drones son aliados para los agricultores: “Son herramientas de gran aporte que amplían el alcance, la mirada y el conocimiento del productor”. Esto se debe a que les permite establecer comparaciones que posibilitan tomar decisiones puntuales de manejo de su campo en zonas específicas.
Algunas utilidades de los drones
Además de esto, los drones tienen la capacidad de determinar cuál es el estado de los cultivos (algo que es vital para encontrar, por ejemplo, plagas que perjudican a la actividad), cuál es la cantidad de pastizales y pasturas y hasta realizar patrullajes para ver si ocurrió algo extraño. También son vitales para la ganadería porque se pueden hacer conteo de los animales del rebaño.
Para Facundo Calderón, que integra el INTA Junín, Mendoza, y que será piloto de la red en América Latina, los productores podrán obtener bastante beneficios de aplicar drones en sus campos: “Distintas marcas y modelos cuentan con cámaras de diversos tipos que pueden ser utilizados para realizar mapeos del suelo o planimetrías para sistematizar sistemas de riego superficial”.
Por otra parte, también son utilizados para poder establecer la cobertura vegetal de la vid, de frutales excesos o en aquellos cultivos con déficits de agua y de nutrientes. Esto se realiza a partir de índices que son construidos en base a las fotografías que toman estas tecnologías. A su vez, posibilitan determinar la producción o llevar a cabo un seguimiento fenológico de las plantas.
Finalmente, desde el INTA explicaron que pueden usarse para el fenotipado de distintas clases de algodón cuándo se evalúan los pastizales, para detectar enfermedades tempranas en los olivos e incluso en el manejo de bosques nativos que aplican estrategias de ganadería integrada.