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Europa: por qué organizaciones piden ayuda para combatir crisis climática en el agro

El Comisario de Agricultura se presentó ante dirigentes de Europa para solicitar un mayor compromiso ante la sequía.

A pesar de que los gobiernos están implementando estrategias para combatir la crisis climática, los productores agrícolas de varios países de Europa están sufriendo las consecuencias del calentamiento global, problemas que perjudican gravemente a su trabajo en los campos. Es por esa razón que varias organizaciones solicitan aumentar los esfuerzos para esta lucha.

De hecho, la Comisión de Europa le pidió al parlamento continental que aumentara los recursos y la financiación que se destina a combatir la crisis climáticas. De hecho, también remarcaron la importancia de que, a largo plazo, todos los estados que son miembros de la UE colaboren para mitigar el impacto del calentamiento global.

Qué está ocurriendo en Europa con la crisis climática en el agro

De manera similar a lo que sucede en otros países del mundo, los problemas del clima están impactando en las producciones agrícolas. La sequía es una de las máximas representantes de este panorama, en el que la escasez de humedad o las heladas también contribuyen a perjudicar el trabajo que se realiza en los campos.

El problema, según explicaron en la Comisión de Europa, es que no hay propuestas gubernamentales para ayudar a los productores cuando la crisis climática no les permite realizar su trabajo con facilidad. Uno de los factores que más preocupa a los agricultores es que esto sucederá con más frecuencia, según lo que marcan varios estudios.

La sequía es uno de los problemas que más perjudican a los agricultores de Europa.

El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, remarcó los problemas del panorama actual para los productores en Europa: “Lo que tenemos ahora no puede garantizar la ayuda, el riesgo es tan grande para los agricultores que no hay ningún sistema, ni siquiera de ayuda, ni dotaciones o seguros, que estén a la altura y den los resultados que necesitamos”.

Cabe destacar que sus preocupaciones fueron trasladadas de manera oficial a todos los diputados de Europa en un debate que tuvo como tema central a las sequías que azotan al continente, así como también otros fenómenos meteorológicos que son perjudiciales no solo para la agricultura sino también para las comunidades rurales.

Qué se planteó en la Unión Europea sobre la crisis climática en el agro

El comisario reflexionó acerca de lo que se debería realizar desde la organización para cambiar un panorama negativo para los trabajadores el campo. “Tenemos que construir resiliencia de una manera apropiada tanto ahora como en el futuro. Necesitamos una transformación sistémica que se base en respuestas integradas e intentar reducir el impacto de las sequías”, remarcó.

En su discurso solicitó que los estados que integran la Unión Europea incrementen su participación para poder realizar una acción más significativa para poder “crear resiliencia climática” y que estas actividades tengan en cuenta más a la agricultura. Cabe destacar que esto fue expresado en medio de un debate acerca del calentamiento global y los impactos de la sequía.

Por ejemplo, el dirigente mencionó que se debería invertir en instrumentos de relevancia, como lo son los que permiten gestionar el riego, de manera que las estrategias para controlar el agua puedan prevenir mucho mejor el gasto en caso de sequía. Además, esto también podría permitir plantar cultivos que necesitan menos humedad para crecer.

Aspectos destacados del discurso del comisario de Agricultura de Europa

El especialista también destacó el papel que cumple la Politica Agrícola Común (PAC), que es fundamental para que los agricultores aprendan cómo deben enfrentarse a eventos de crisis climáticas, en especial la sequía u otras temperaturas extremas que tienen incidencia directa sobre los cultivos.

La situación afecta a los agricultores de la mayoría de los países que integran la Comisión de Europa.

“La PAC es fundamental en esta preparación. Con ella, los Estados miembros pueden aplicar inversiones e intervenciones de gestión de riesgos y medidas agroambientales que ayuden a los agricultores a que su producción sea más resistente ante estos posibles eventos”, reveló el miembro de la Unión Europea en su testimonio frente a los diputados de la UE.

En este sentido, también sostuvo que sería de suma relevancia contar con un sistema que avise de manera temprana el advenimiento de una crisis climática, de modo que los agricultores cuenten con mayor tiempo para prepararse y “las autoridades públicas cuentan con una imagen muy completa de los eventos que pueden acontecer, lo que les permite responder de manera rápida a las emergencias públicas”.

Otras posturas de diputados de Europa sobre la crisis climática en el agro

Marcos Ros se manifestó a favor de apostar por políticas que ayuden a los agricultores a salvar su situación ante temperaturas extremas que perjudican su producción. Y además de mostrarse de acuerdo con el comisario de Agricultura, también solicitó que se aplique una estrategia de resiliencia hídrica global para combatir la sequía.

“La respuesta son los fondos europeos, la PAC y la política de cohesión alineada con el pacto verde. Pueden mitigar el impacto de estas sequías, promover prácticas agrícolas sostenibles y garantizar la adaptación de nuestras comunidades al cambio climático”, reveló Ros en su testimonio frente a los demás eurodiputados.

De todas maneras, cabe destacar que esta postura a favor de combatir la crisis climática no fue compartida por todos los miembros de la comisión de Europa, ya que algunos dirigentes consideraron que estos problemas no se corresponden con medidas que deben tomar los políticos, sino que debería ser tarea de los científicos, en especial en cuanto a la revolución hídrica, ya que ellos son los que ponen los “topes”.

Varios eurodiputados compartieron la postura del Comisario de Agricultura.

Además, también se mencionaron las protestas en Europa que realizaron los agricultores a principios de este año. Todo comenzó con tractorazos de los agricultores en Berlín, que se trasladaron por varias capitales del continente. 

Allí se manifestaron contra los precios del biogás, aunque en otros países se opusieron a las regulaciones climáticas que consideraban que generaban una competencia desleal que los perjudicaba encareciendo el proceso. Esto se debe, principalmente, a que, más allá de Europa, estas leyes no son iguales, como sucede en América Latina.

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