Hace tan solo unos días, con un pequeño retraso en algunas regiones, como una serie de localidades en la provincia de Buenos Aires, comenzó la siembra de trigo correspondiente a la campaña 2024/2025. Por el momento, gracias a la temperatura y las condiciones de humedad, las expectativas de la producción permiten ilusionarse.
Así lo explicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en un informe semanal en el que la institución sigue el desempeño de la actividad agrícola del país. Según sus cálculos, esta siembra de trigo podría ser histórica, alcanzando un nuevo récord, con cifras que imitarían lo sucedido hace 14 años, en una de las temporadas más positivas de la historia argentina.
Qué dijo la entidad sobre la siembra de trigo
Pese a haber comenzado hace tan solo unas semanas, la campaña de este grano se estima como una de las más prometedoras de este siglo. Los primeros cálculos proyectan 6,92 millones de hectáreas de siembra, lo que representaría un aumento del 25% con respecto al año pasado, un incremento más que positivo para un sector que sufrió las consecuencias climáticas.
“Podría constituirse en un récord en caso de materializarse”, explicaron desde la Bolsa en su seguimiento de la siembra de trigo. Si este número previsto termina siendo el estimado, estaríamos frente a la mayor superficie de los últimos 14 años habría que retroceder hasta la campaña 2010/2011 para alcanzar esta cifra.
Por otra parte, si se alcanzan 6,92 millones de hectáreas la siembra de trigo arrojaría, de forma aproximada, 21 millones de toneladas en la recolección. De cumplirse, sería el segundo registro más importante de la historia del sector agrícola argentina. La situación climática, la inversión en tecnología y la humedad permiten ilusionarse con que esto ocurra, aunque dependerá de varios factores más.
La diferencia entre la siembra de trigo actual y la anterior
En el informe compartido por la entidad, realizaron un recorrido histórico para explicar el panorama actual del cultivo: “Tras la campaña triguera del año pasado, que empezó con uno de los escenarios hídricos más ajustados de los últimos 15 años (se lo comparaba con la siembra del 2009), esta vez se parte con los perfiles cargados en gran parte del área productiva argentina”.
Es por esta razón que podría tratarse de una campaña histórica, ya que podría asemejarse a una de las temporadas más fructíferas. “Y ahora el escenario de siembra es comparado con el año 2021, el año en que la Argentina por primera vez logró sembrar 6,9 millones de hectáreas y una producción de 23 millones de toneladas”, añadieron sobre el alentador panorama.
Buenos índices de productividad en la siembra de trigo en varias regiones
Uno de los aspectos que también posibilitarían que se alcance una campaña récord está relacionado a la observación de que los productores agrícolas aumentaron sus esfuerzos para implementar la fertilización en sus cultivos, algo que está relacionado con varios factores.
“Se está observando una gran apuesta en fertilización este año, acorde al nivel de ventas de nitrogenados mayormente dirigidos a trigo, que es similar o incluso mayor que la del 2021 dada la relación actual trigo / urea”, detallaron desde la entidad rosarina acerca de una cuestión que consideran fundamental.
Sobre este punto es relevante destacar que la siembra de 6,92 millones de hectáreas podría culminar con un rinde promedio de 29 quintales por hectárea (qq/ha), una cifra que sería muy similar a la de la temporada histórica del 2021/22.
Panoramas alentadores en la siembra de trigo
Dentro del documento también se enumeraron varios aspectos que son positivos para que se cumpla la proyección. Allí remarcaron los “acumulados muy importantes tanto en el este como en el oeste de la zona agrícola argentina”. Esto se debe a que los perfiles de suelo tienen condiciones de humedad en estados óptimos, una diferencia más que significativa con la sequía que atravesó el sector el año pasado.
Acerca de la humedad, mencionaron que lo que resta del 2024 podría ser un año con mayores niveles relativos. De ocurrir esto, será una gran noticia para el sector porque terminaría por disminuir los efectos que producen las heladas tardías en los suelos cuando hay un faltante de agua, algo que ocurrió con la incesante sequía.
A su vez, la siembra de trigo también genera expectativas porque los márgenes del grano experimentaron una “mejora significativa en los últimos meses”, algo que no ocurrió en enero.
Algunas dificultades que podría sufrir la siembra de trigo en el país
Pese a que el panorama parezca más que alentador, podrían surgir factores que complicarían la situación. Entre ellos se destacan el “costo creciente de alquileres”. Según detallaron, un porcentaje similar al 70% de la producción realiza su actividad siguiendo esta modalidad, por lo que si se elevan demasiado terminará influyendo de forma negativa.
Por otra parte, más allá de que las condiciones de humedad son positivas, el clima siempre puede ser perjudicial para un sector que depende de estos factores. De hecho, mayo y junio fueron o están siendo meses secos en algunas regiones que no tienen las cantidades de agua necesarias para la siembra de trigo.
Esto ocurre, por ejemplo, en Santiago del Estero y Chaco, provincias en las que los productores debieron trabajar en mayores profundidades para conseguir la cantidad de humedad que necesitan. De todas formas, en estas regiones todavía se aguarda que la superficie sea mayor que la del año pasado.
En cuanto al futuro y a las condiciones climáticas, el panorama más alentador está fijado en finales de junio o principio de julio, épocas en que las lluvias se normalizan en el calendario porque responden a tendencias de estación. En base a esto, aunque puede ser una siembra de trigo récord, dependerá de varios factores que todavía no pueden determinarse.