La cosecha de la soja correspondiente a esta campaña está llegando a su fin y varias entidades coinciden en cuál será el monto final cuando termine la colecta. Se estima que las actividades correspondientes a la temporada 2023/2024 están culminadas en un 99% en todo el país y los rindes son positivos en varias provincias, en especial las que se hallan dentro de la zona núcleo.
Tanto la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) mantienen proyecciones similares sobre la producción de soja, ambas superando las 50 millones de toneladas. A su vez, se estima que la situación en algunas regiones permitirá compensar las caídas en otras zonas que se vieron perjudicadas por diversos factores, en especial los climáticos.
Qué ocurrió con la cosecha de soja
De acuerdo a lo que explicaron los especialistas de la BCR en la Guía Estratégica para el Agro (GEA), la actividad está más que próxima a finalizar: “Está llegando a su fin la recolección de soja con un 99% de avance nacional”. Además, reafirmaron la cifra de 50,5 millones de toneladas y detallaron que la situación es distinta según la zona productiva.
Sobre esta cuestión, desde la institución rosarina destacaron que “el final de la cosecha permite hacer ajustes a la suba en rindes de Buenos Aires, Santa Fe y La Pampa que permiten compensar caídas en Entre Ríos, Córdoba, Chaco y Santiago del Estero”. Cabe destacar que la siembra en estas regiones fue menor a la calculada.
Sobre este punto, remarcaron que los rindes de las tres provincias favorecidas fueron de gran ayuda para balancear la menor cantidad de área sembrada. Al principio de la campaña se planeaba trabajar en 17,3 millones de hectáreas, aunque la cifra final estuvo cercana a los 16,84.
“De esta manera, se ajusta en junio el rinde nacional a 31 quintales. Con un área sembrada actualizada en 16,84 millones de hectáreas y un área que se estima no cosechada de 708.000 hectáreas, con la mayoría de la cosecha levantada, se afirma una producción nacional de 50 millones de toneladas”, destacaron en el informe.
Una campaña de soja mejor que la anterior
El año pasado, en la temporada 2022/2023, el campo atravesó una de sus peores temporadas, principalmente como consecuencia de una sequía que provocó desastres en varias de las regiones más productivas del país. Como consecuencia del fenómeno climático de La Niña, durante este período se cosecharon 20 millones de toneladas de soja.
Alcanzar 50, 5 mt supondría un aumentó del 150% con respecto a la campaña anterior, una cifra más que positiva en comparación, aunque lejos del récord histórico del país. Rodolfo Rossi, titular de AcSoja, estimó que este número podría ser aún mayor y justificó su opinión en una entrevista periodística.
“Pensemos que hay un acortamiento de la brecha entre la soja de primera con la de segunda, donde la oleaginosa de segunda está rindiendo bien en la zona núcleo y central, que es la que más produce. El impacto en el promedio general a nivel país es mayor”, destacó el funcionario de una de las entidades agrícolas más relevantes en Argentina.
Una buena campaña para la soja
Además de esto, Rossi también se refirió al panorama de la proteína de la soja, un factor que es de suma relevancia para la harina que se produce, y confesó que la calidad es normal, mientras que reveló que “los años de alto rinde en la zona central son años de mayor aceite”.
Como consecuencia de todo esto, para el funcionario la temporada 2023/2024 será positiva, más allá de algunos contratiempos, al menos considerando el rendimiento y la calidad. “Será una buena campaña, aunque hay zonas que están sufriendo demoras enormes en la cosecha”, destacó.
Sobre este punto, remarcó que “hay lotes muy buenos que han superado las expectativas iniciales”, y otras zonas que no tienen la misma suerte: “Concretamente el NEA y parte del litoral, que muestran rendimientos más bajos de lo que se estaba pensando inicialmente”.
La situación en las distintas provincias productoras de soja
Por otra parte, la BCBA también coincidió con su par rosarina en cuanto a la estimación de una cosecha de 50 millones de toneladas, y justificó sus cálculos: “Las precipitaciones ocurridas a partir de la segunda quincena de febrero han sido oportunas para las siembras tardías, permitiendo impactar sobre los componentes del rendimiento. Esta situación amortiguó la caída de los rindes por debajo del promedio sobre el NEA”.
De todas formas, las cifras de porcentaje de avance fueron ligeramente distintas, ya que su cálculo fue de un 96% y no de un 99%. Esto fue explicado en su Panorama Agrícola Semanal (PAS), en el que mencionaron que la cosecha de soja “transita su recta final” en todo el país, al menos en cuanto a la superficie apta.
Las zonas restantes están concentradas en el norte del área agrícola y el centro-este de Entre Ríos, dos sectores que la bolsa rosarina mencionó que habían sido afectados por el panorama. Cabe destacar que aquí la soja de primera alcanzó rendimientos cercanos al promedio, mientras que en el NEA los rindes tienen un promedio de 17,9 quintales por hectárea.
Por otra parte, la BCBA destacó que la soja de segunda acabó con rendimientos por encima de su promedio histórico en la zona núcleo, aunque también en el sur de Córdoba, el norte de La Pampa y el oeste de Buenos Aires.
Finalmente, es relevante destacar que las entidades coincidieron en que se concluyó la recolección de más del 70% de la superficie apta de los lotes de soja de segunda, con rindes medios que alcanzan los 27 quintales por hectárea, una cifra considerablemente superior al promedio de las últimas cinco temporadas.