Un grupo de científicos nacionales pertenecientes al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) lograron desarrollar las primeras papas genéticamente modificadas en toda América Latina. El avance en este campo les valió a los investigadores un reconocimiento internacional.
Los profesionales del INTA, la entidad que se encarga de realizar estudios en materia de tecnología agropecuaria y desarrollo rural, fueron encabezados por Matías González. A través de un largo proceso pudieron editar una papa para evitar que se oxide al entrar en contacto con el aire.
En qué consistió el trabajo del INTA
Los científicos argentinos tuvieron como objetivo desactivar el gen responsable de lo que se denomina “pardeamiento enzimático”, que es un proceso químico que culmina oxidando la papa. Esto trae varios problemas para los productores, principalmente porque termina modificando la textura, el olor y el sabor de la verdura, afectando el rendimiento económico de sus ventas.
Por este motivo, desde el INTA buscaron reducir al máximo la influencia del gen sobre la papa. Luego de varios experimentos, lograron desactivar su funcionamiento y alargar la vida útil del amiláceo. Generalmente, de no sufrir esta modificación, suelen “oscurecerse” a los pocos minutos, mientras que la variedad editada mantuvo su condición intacta por aproximadamente dos días.
Los científicos trabajaron con una técnica genética revolucionaria que se llama CRISPR-Cas9. Esta se aplicó a la variedad Desiree, que se conoce como “la reina de las papas” y es la más consumida en la sociedad, aunque se espera que la modificación sea aplicable a todos los tipos existentes. Esto formará parte de trabajos posteriores de la entidad.
Cómo sigue la aplicación de las papas
La autoridad reguladora Argentina ya brindó la aprobación correspondiente a la fase de consulta previa del proyecto del INTA. La justificación principal radica en que se trató de una modificación convencional ya que no se utilizaron genes pertenecientes a otros organismos. Esto se traduce a que no se necesite pasar por el proceso que transitan los cultivos transgénicos.
La doctora Gabriela Massa, que fue codirectora junto al Dr. Sergio Feingold, manifestó que se trata de un hito que marca un precedente en la aplicación de técnicas de la biotecnología a los cultivos, lo que implica que se podrán llevar a cabo estrategias similares con otros productos que sean importantes para la sociedad.
Por otro lado, María Andrea Uscátegui, técnica de Agro-Bio explicó que el avance alcanzado podría terminar siendo muy beneficioso para los países de la región en los que la papá es fundamental para su sector agropecuario. El motivo principal es que contribuiría a disminuir las pérdidas económicas que provocan los cultivos en mal estado.
Mientras tanto, el Gobierno nacional decidió subsidiar este proyecto para que continúen las investigaciones orientadas en dos ámbitos. Primero, en variedades editadas genéticamente para volverlas más resistentes al endulzamiento inducido por frío.
En segundo lugar, se espera conseguir una papa que pueda optimizar la utilización del agua disponible para aumentar su resistencia ante una posible sequía, algo que afectó gravemente la producción nacional durante este año.